Conciliar buena arquitectura y criterios bioclimáticos
Nos gusta siempre repetir que una construcción considerada bioclimática no tiene por qué abdicar de la calidad estética. Un buen arquitecto debe ser capaz de conciliar ambas cosas: los diversos condicionantes y el arte.
Hace unos meses empezamos una colaboración con el estudio del arquitecto brasileño Marcio Kogan (MK27), que me parece un caso interesante para ejemplificar esa cuestión.
Kogan es un arquitecto muy reconocido internacionalmente por la calidad estética de su trabajo, y su equipo ya estaba contratado para proyectar una vivienda en España cuando nos contactaron.
Al principio necesitaban la colaboración de un estudio local para llevar a cabo un proyecto de ejecución que cumpliera con las normativas, y hacer el seguimiento de la obra. Hablando con ellos, percibimos que más allá de cumplir dichas normativas, se preocupaban con las condiciones del clima y en como hacer la casa más confortable, sobretodo en invierno. Echando un vistazo a los primeros croquis, percibimos algunos puntos que se podría mejorar en la propia arquitectura evitando altos gastos energéticos, entonces les propusimos que elaborásemos un estudio bioclimático, con esto, dispondrían de todas las herramientas para decidir ellos mismos como solucionar los problemas detectados, respetando su lenguaje arquitectónico.
En un primer momento nuestros prejuicios hicieron que dudásemos de si estarían dispuestos a aceptar las restricciones que este estudio podría suponer a algunas premisas estéticas muy en voga entre los arquitectos que gozan de cierta fama. Afortunadamente nos equivocamos.
El equipo de arquitectos ha asumido el desafío de proyectar para un clima con características muy distintas al que están acostumbrados con entusiasmo y apertura, incorporando al proyecto las nuevas condicionantes con naturalidad, en vez de hacer uso de la tecnología “verde” sólo para satisfacer las necesidades de un edificio caprichoso.
Aunque no se hayan propuesto a convertir la vivienda en 100% bioclimática, han hecho importantes ajustes con base en la información de los estudios del clima y de la arquitectura popular local, que seguramente han contribuido a que consiguieran un edificio más eficiente, sin comprometer su propuesta arquitectónica.
Post by: Paloma Siqueira
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Me alegro de que estemos de acuerdo 😉 Gracias por la aclaración sobre el sitio, y hasta pronto. Andrés
Hola Paloma: desde luego que se puede conciliar arquitectura de buen diseño con criterios bioclimáticos; históricamente, toda buena arquitectura lo ha hecho. Tengo curiosidad por una cosa en particular de este bonito ejemplo que aportas: cuando dices «adaptándolo al clima local», ¿de cuál de los posibles en España se trata? Gracias, y un saludo a los tres. Andrés.
Hola Andrés, eso es! La «buena» arquitectura es bioclimatica, pero no todos tenemos eso así de claro. Ojalá poco a poco volvamos a entender el proyectar «con» y «para» el clima como una condición básica a cualquier obra arquitectónica. El proyecto comentado en este artículo está en un pueblo de Burgos, Villatuelda mas precisamente. Un saludo